
Pues bien, el otro día me encontraba platicando con Flavia, acerca del amor, de los conflictos que hemos tenido con nuestras parejas pasadas, de las tonterías que discutíamos, entonces nos dimos cuenta de que con el pasar del tiempo las dos, en dos relaciones diferentes habiamos cambiado nuestra forma de ser por querer hacer funcionar la relación, así a la fuerza como si se pudiera prefabricar, fingir, y realmente hicimos de todo para salvarla, aplastando nuestra esencia, sin tener ganas, con una sensación de error en el sistema, y pensabamos, ¿Porqué no funciona? Si queremos que funcione!!!, pero esque no basta con eso! Yo tengo la teoría de que funcionará a la perfección en el momento en que encuentres a tu otra mitad, entonces aunque quieras que funcione con alguna persona a la que quieres mucho, si no se dá, simplemente no era tu otra mitad. Porque? no lo se, tal vez entienden la vida de manera diferente, la forma de ser de uno, no permite que la del otro salga del todo.
Después de haber reflexionado mucho sobre el tema llegue a la conclusión de que somos como FRESKAS, sí, como los dulcecitos estos de colores amarillo, verde y rosa cubiertos de chocolate.
Todos tenemos una misma condición en el exterior, (Los dulces tienen el mismo chocolate por fuera) nosotros tenemos un cuerpo, grande, chiquito, mediano, blanco, negro, con cabello rizado o lacio o sin cabello, pero al final todos tenemos un cuerpo.
Lo que sucede es que al igual que con las FRESKAS no sabes de que color serán hasta que las muerdes, bueno... pues de la misma manera nosotros no sabemos el color de la esencia de las personas hasta conocerlas poco a poco, y si será o no compatible con tu color de esencia, asi que, con la convivencia, los acuerdos, los problemas, te vas dando cuenta, el chiste de esto es que, el color de la fresca nunca cambiará, al igual que la esencia de la persona, el chocolate puede irse, puede derretirse un poco, pero la esencia jamás se modificará, y aunque quieras modificar tu esencia para que sea compatible con otra persona, lo único que haces es forzar algo que poco a poco los irá desgastando a los dos, al punto de hacer cambios en las personalidades que ninguno de los dos desea hacer y comienzan a sentirse como personas ajenas a si mismos, lo que no es nada bueno, porque terminas sin saber de que color eres, como si rosaras 2 freskas, cada una se queda con pedacitos del color pero al final no son parte de ella!